Hoy en día, tenemos más conocimientos sobre nutrición y un mayor acceso a los alimentos que nunca. Sin embargo, al mismo tiempo, también enfrentamos brechas sin precedentes en nuestra comprensión de los alimentos y sufrimos las devastadoras consecuencias de los malos hábitos dietéticos.
Nuestros abuelos poseían una riqueza de conocimientos sobre la comida y la cocina que superaba lo que tenemos hoy, aunque no se basaba en investigaciones científicas o académicas.
En el mundo de hoy, somos bombardeados con un flujo constante de consejos contradictorios sobre nutrición y vida saludable. Con el auge de las redes sociales, estos mensajes se vuelven virales, a menudo sin ningún respaldo científico. Este ciclo interminable de desinformación puede dificultar la separación de la realidad de la ficción y generar confusión sobre lo que constituye un estilo de vida saludable.
Nuestros abuelos solían preparar sus menús diarios con solo una variedad limitada de ingredientes, generalmente alrededor de un centenar o más. Hoy tenemos acceso a una amplia y abrumadora variedad de opciones de comida, con más de 50,000 opciones disponibles.
En este contexto, es importante conocer los intereses de la industria alimentaria en mejorar sus resultados mediante el aumento de las ventas de sus productos.
Sin embargo, muchos de estos productos tienen un perfil nutricional claramente negativo.
Esto crea una paradoja interesante: la industria alimentaria intentará promocionar muchos de sus productos utilizando la salud como punto de apoyo (uno de los impulsores más fuertes para orientar las compras) a los consumidores que no tienen los recursos, ni a menudo el deseo, de educarse a sí mismos en nutrición para comprender un escenario en el que se ven obligados a tomar decenas de decisiones nutricionales diarias para sí mismos o para sus hijos.
Por suerte para nosotros, la solución es mucho más sencilla de lo que parece y consiste principalmente en "descomplicar" el problema.
Una alimentación saludable va más allá de simples calorías, nutrientes e incluso ingredientes. Depende principalmente de las categorías de alimentos que elija consumir.
Por eso, el algoritmo de nuestra app considera tres elementos para asignarte una calificación:
LO QUE GOCOCO CONSIDERA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE
En GoCoCo, nuestro objetivo principal es brindarle conocimiento e independencia para que pueda tomar decisiones informadas sobre su nutrición sin depender de nuestra aplicación. Vale la pena señalar que los nutricionistas en Europa y EE. UU. normalmente no confían en este tipo de aplicaciones.
1. El primer paso para saber si estás haciendo una buena o mala elección es preguntarte si tu abuela reconocería lo que estás comiendo como alimento. En otras palabras, elegir alimentos “reales”, ya sea de origen vegetal o animal, y desechar los alimentos ultraprocesados.
2. Incluya más verduras frescas en su rutina diaria (frutas y verduras). Un buen consejo es hacer que el 50% de tu consumo de alimentos sean vegetales.
3. Cocina lo que comes. Al desaprender a cocinar también hemos desaprendido a tomar buenas decisiones. Además, y en base al punto anterior, ten en cuenta que si la comida real abunda en tu caso tendrás que cocinarla. Solo los productos alimenticios ultraprocesados se calientan o comen directamente; Se cocina comida de verdad. En definitiva, más comida de verdad, menos productos ultraprocesados, repito.